Mario Layera que se ha destacado en su carácter de Director Nacional de Policía como uno de los pilares de la lucha contra la delincuencia, trazó un panorama ensombrecedor en una entrevista concedida al diario El Observador. Al analizar las cuatro razones que contribuyen a que la delincuencia gane terreno, reconoció que la policía está imposibilitada de acceder a determinada información que tiene el Mides, porque éste estima que la misma es reservada y no se pueden cruzar datos para llegar al lugar donde está el mayor nivel de reproducción del delito.
La segunda razón es que las bandas no tienen estructura organizada ni líderes, sino que se mueven en la anarquía donde grupos cada vez más bajos en edad van cambiando de líderes al punto que algunos tienen 16 años y acceden matando a otro.
La tercera razón está en las Fiscalías porque tienen un lío interno derivado del nuevo Proceso Penal que impide encarar una investigación a largo plazo.
Finalmente el whatsapp que ahora está codificado, terminó con las posibilidades de intervenciones telefónicas y se transformó en el gran aliado de los narcos. Los individuos están tan fuera absolutamente del sistema que se manejan con palabras inentendibles aunque es solamente la parte más extrema de una decadencia que empezó en las cárceles con la violencia como discurso.
El discurso que se escuchaba en las favelas ya está integrado a estos grupos pequeños y barriales de líderes fugaces que aseguran que su vida es corta, lo admiten y no les preocupa.
Matar al líder de un grupo para quedarse con el mando ocurre sin estructuras organizadas, lo que lo convierte en una anarquía que impide saber cuál es el líder actual, donde de pronto aparece uno de 16 años que mata al anterior líder y la policía debe empezar todo de nuevo.
Ayer en otra jornada trágica murieron cuatro personas en Montevideo, dos de ellas mujeres, un joven y un hombre mayor.